

En países como Finlandia o Alemania queda recogida expresamente la necesidad de incluirlos en los procesos participativos y Tonucci busca incorporar sus opiniones en las decisiones urbanas mediante los Consejos de Infancia.
En la tesis de Hanna Kapanen, Children’s Turn to Participate!, se recoge el encountering pedagogy desarrollado por Kallio-Tavin y Vezzoli como la base teórica posible sobre la que sustentar el proceso participativo.
Los distintos escalones de la escalera de participación de Roger Hart, representando un crescendo de menos a más, son: 1. Manipulación, 2. Decoración, 3. Participación simbólica, 4. Asignado pero informado, 5. Consultados e informados, 6. Iniciado por adultos con decisiones compartidas con los niños/as, 7. Iniciada y dirigida por los niños/as y 8. Iniciada por los niños/as pero compartidas con los adultos. Es interesante ver la revisión de esta escalera realizada en 2002 por Francis & Lorenzo.
Imaginemos un espacio para la infancia. Imaginemos además que está bien proyectado. La memoria del proyecto explica que para su elaboración se ha contado con la participación de los niños/as, incorporando sus ideas y opiniones. Sin embargo, las imágenes sólo muestran el resultado. ¿Cuáles fueron las actividades realizadas? ¿Qué retos implica la participación de los más pequeños en el diseño de edificios y espacios urbanos?
Los niños/as son ciudadanos de pleno derecho. Así aparece en la Convención de los Derechos del Niño (1990), que además recoge en su artículo 12 que se debe garantizar «al niño que esté en condiciones de formarse un juicio propio el derecho a expresar su opinión libremente en todos los asuntos que les afecten» 1 .
No obstante, la participación infantil es un ámbito experimental que posee algunas características particulares:
La riqueza que supone una adecuada participación infantil y juvenil, tanto para los espacios que la reciben como educativamente para los participantes, está aún lejos de ser una realidad. Alguna de las claves pueden ser la aproximación creativa, los tiempos adecuados, la observación y una sólida base pedagógica, pero sobre todo habrá que empezar por una escucha atenta de los niños/as y una voluntad firme, más allá del marketing que estos proyectos conllevan, de incorporar sus aportaciones.
En países como Finlandia o Alemania queda recogida expresamente la necesidad de incluirlos en los procesos participativos y Tonucci busca incorporar sus opiniones en las decisiones urbanas mediante los Consejos de Infancia.
En la tesis de Hanna Kapanen, Children’s Turn to Participate!, se recoge el encountering pedagogy desarrollado por Kallio-Tavin y Vezzoli como la base teórica posible sobre la que sustentar el proceso participativo.
Los distintos escalones de la escalera de participación de Roger Hart, representando un crescendo de menos a más, son: 1. Manipulación, 2. Decoración, 3. Participación simbólica, 4. Asignado pero informado, 5. Consultados e informados, 6. Iniciado por adultos con decisiones compartidas con los niños/as, 7. Iniciada y dirigida por los niños/as y 8. Iniciada por los niños/as pero compartidas con los adultos. Es interesante ver la revisión de esta escalera realizada en 2002 por Francis & Lorenzo.
EDICIÓN
Fundación Arquia
Barquillo, 6, 28004 Madrid
fundacion.arquia.com
DISEÑO GRÁFICO
FOLCH
ISSN 2605-3284
© de esta edición,
Fundación Arquia, 2018 © del texto e imágenes, su autor
La edición de esta publicación ha sido patrocinada por Arquia Banca.
PATRONATO
FUNDACIÓN ARQUIA
Presidente
Javier Navarro Martínez
Vicepresidente 1º
Alberto Alonso Saezmiera
Vicepresidente 2º
José Antonio Martínez Llabrés
Patronos
Carlos Gómez Agustí
Fernando Díaz-Pinés Mateo
Daniel Rincón de la Vega
Javier Ventura González
María Villar San Pío
Montserrat Nogués Teixidor
Naiara Montero Viar
Directora Fundación Arquia
Sol Candela Alcover
Querida Virginia!
Gracias por narrar perfectamente una problemática que empieza a vislumbrarse tanto en empresas como en municipalidades…la participación de los niños en el diseño del espacio corre el riesgo de convertirse en un «ChildWashing» como lo fue el Pink o el Green washing. Daremos difusión al articulo para que nadie baje la guardia!
Besos desde el norte del sur. L
¡Muchas gracias por tu comentario Lola! Pues sí realmente la manipulación de la infancia es algo especialmente doloroso. La participación en general requiere de conocimiento, metodología, objetivos claros y capacidad de análisis de resultados. Pero la participación infantil en especial requiere además de pedagogía, porque implica el aprendizaje de los que participan en él y porque las metodologías tienen que ver mucho con la educación creativa, el trabajo en equipo, la toma consensuada de decisiones y la observación, ¡todo en realidad tan beneficioso! Un abrazo grande, espero que nos veamos pronto.