

En la actualidad se habla mucho de las emociones, cómo gestionarlas, la inteligencia emocional, trastornos emocionales, incluso se han sucedido varias exposiciones con el título “Arquitectura Emocional”, término acuñado por el artista y arquitecto Mathias Goeritz en 1953 en su “Manifiesto de una arquitectura emocional”.
¿Es posible hablar de lugares específicamente emocionales? Me refiero a lugares que trasmitan una emoción por ellos mismos, no hablo de lugares que evoquen o recuerden emociones vividas. Tampoco a ese archivo de imágenes, situaciones y experiencias que tenemos o que hemos obtenido a través de la publicidad, cine, teatro, pintura, fotografía, literatura, religión, en definitiva, la cultura.
Para poder contestar a esta pregunta, tenemos que pensar en las emociones básicas, en cuáles son y qué tipo de detonantes las producen. Hay diferentes autores y estudios que mantiene distintos criterios en cuanto a lo que es o no una emoción básica. Señalaremos seis emociones según los criterios de Paul Ekman, psicólogo especializado en el estudio de las emociones: tristeza, ira, sorpresa, miedo, asco y felicidad. En cuanto a los detonantes existen, según Ekman, dos tipos: los universales y los individuales. No entrare a definir cada uno de ellos pero sí decir que todas las emociones son producidas por relaciones interpersonales y algunas de ellas además también las pueden detonar los lugares.
Un lugar puede llegar a provocarnos ira en la medida que interfiere con nuestros deseos. Quien no se ha perdido alguna vez en una ciudad y por más que ha intentado orientarse le ha sido imposible. Esto sostenido en el tiempo pasa de frustración a ira.
Sin duda, la sorpresa puede ser provocado por un lugar. Normalmente, la sorpresa nos asalta cuando no esperamos algo, cuando se produce un choque entre nuestras expectativas y lo que nos encontramos. Esa capacidad de asombro es escurridiza pero hay edificios, paisajes y lugares que sorprenden una y otra vez.
En cuanto al miedo, es una emoción que un lugar puede producir. La agorafobia y la claustrofobia son trastornos emocionales que radicalizan el miedo hasta convertirse en fobia.
Lugares que den asco es fácil imaginarlos. Seguro que no se te olvida aquel lugar maloliente y sucio del cual querías salir corriendo. Ese lugar que te ataca a través del olfato provocando un nauseabundo asco.
En lo que se refiere a emociones agradables, como la felicidad, los detonantes más comunes son los placeres sensoriales como la vista, el olfato o el oído, también sensaciones como la diversión, excitación y éxtasis. Los lugares visualmente agradables, aunque dependan de la experiencia estética de cada uno, existen y todos los apreciamos. Zonas recreativas en parques y jardines son lugares de diversión donde sería muy fácil sentirse feliz.
Sin duda, los lugares son una de las fuentes que nos emocionan, cada uno nos emocionaremos con un lugar diferente y el algunos casos coincidiremos. Los lugares emocionales son parte de nuestra identidad como individuos y como sociedad.
¿Cuales son tus lugares emocionales?
EDICIÓN
Fundación Arquia
Barquillo, 6, 28004 Madrid
fundacion.arquia.com
DISEÑO GRÁFICO
FOLCH
ISSN 2605-3284
© de esta edición,
Fundación Arquia, 2018 © del texto e imágenes, su autor
La edición de esta publicación ha sido patrocinada por Arquia Banca.
PATRONATO
FUNDACIÓN ARQUIA
Presidente
Javier Navarro Martínez
Vicepresidente 1º
Alberto Alonso Saezmiera
Vicepresidente 2º
José Antonio Martínez Llabrés
Patronos
Carlos Gómez Agustí
Fernando Díaz-Pinés Mateo
Daniel Rincón de la Vega
Javier Ventura González
María Villar San Pío
Montserrat Nogués Teixidor
Naiara Montero Viar
Directora Fundación Arquia
Sol Candela Alcover
Una reflexión muy interesante acerca de sensaciones que llegan casi sin darse cuanta y que muchas veces no nos paramos a conocer el porqué .