

Por Pedro Torrijos ( @Pedro_Torrijos ) Desde Yorokobu
“En el anterior artículo vimos que la irrupción de la tecnología en el mundo de la arquitectura había cambiado no solo la manera en la que los arquitectos nos aproximamos a la disciplina, sino la propia fisionomía de los edificios. Vamos, que hemos abrazado los ordenadores en detrimento del delicado rotring y el analógico paralex; y que hay edificios que no habrían podido proyectarse sin la aplicación de la fuerza computacional necesaria para trasladar las ideas iniciales de sus autores.
Pero, ¿y cuándo el ordenador no se emplea para la definición del proyecto, sino que su uso define la realidad física y cotidiana del edificio?
Fachadas mutantes
Posiblemente, el germen de las fachadas-anuncio se estableció en los asentamientos del oeste americano. Eran pueblos y ciudades de construcción rapidísima que poblaban sus fachadas de rótulos de gran tamaño con los servicios y los comercios que ofrecían; que si el saloon, que si el banco, la lavandería o incluso la funeraria. No es de extrañar, pues, que las primeras fachadas-anuncio eléctricas naciesen en Las Vegas, con su strip brillante y multicolor; o que cuando pensamos en fachadas-anuncio luminosas tengamos en la cabeza a Picadilly Circus en Londres o Times Square en Nueva York. (…)”
Acceder al artículo, AQUÍ
EDICIÓN
Fundación Arquia
Barquillo, 6, 28004 Madrid
fundacion.arquia.com
DISEÑO GRÁFICO
FOLCH
ISSN 2605-3284
© de esta edición,
Fundación Arquia, 2018 © del texto e imágenes, su autor
La edición de esta publicación ha sido patrocinada por Arquia Banca.
PATRONATO
FUNDACIÓN ARQUIA
Presidente
Javier Navarro Martínez
Vicepresidente 1º
Alberto Alonso Saezmiera
Vicepresidente 2º
José Antonio Martínez Llabrés
Patronos
Carlos Gómez Agustí
Fernando Díaz-Pinés Mateo
Daniel Rincón de la Vega
Javier Ventura González
María Villar San Pío
Montserrat Nogués Teixidor
Naiara Montero Viar
Directora Fundación Arquia
Sol Candela Alcover